Carmen Salas Santiago, la anciana de 77 años de edad que el pasado domingo tuvo que salir a la fuerza de su hogar tras un ataque de Los 40 Negritos, recibió ayer otra nefasta noticia: los mismos sujetos que llegaron a matarla el fin de semana por tener tres hijos relacionados, supuestamente, con la pandilla de Los Grasas, le quemaron la casa la noche del lunes.
Aunque la mujer entregó su testimonio a EL HERALDO ese mismo día en la tarde, poco pudieron hacer las autoridades para controlar la situación en la calle 5C con carrera 7, zona donde estaba situada la humilde vivienda.
Habitantes de este sector dijeron que hacia las 10 de la noche del lunes, los individuos pertenecientes a Los 40 Negritos llegaron hasta el domicilio propiedad de Carmen y, con sigilo, prendieron fuego a los pocos enseres que ella había dejado.
Luis López, dueño de la vivienda contigua a la de la anciana, calificó este hecho como terrible y doloroso “porque ella era una mujer sola, que sus únicas compañías eran un burro y unos cerdos. Le quemaron todo, tal vez pensaron que ella estaba allí durmiendo. A las 12:30 de la madrugada (ayer), los Bomberos apagaron el fuego”, comentó el vecino.
Este enfrentamiento entre los dos bandos surgió a raíz del asesinato de Jocelyn Miranda Orellano amanos de Los Grasas. La Policía investiga si uno de los hijos de Carmen tuvo que ver con el crimen de la joven, de 24 años de edad, al parecer, simpatizante de Los 40 Negritos.
Una nieta de Carmen Salas, quien prefirió no dar su identidad por temor a represalias, informó ayer que su abuela tuvo que salir de la ciudad, pues era claro que la querían a ella para vengar la muerte de Jocelyn.
“Quieren a mi abuela. Una señora de esa edad no es para que esté en eso”, agregó la joven a través de una llamada telefónica. Otro allegado a la anciana dijo que, aparte de las rencillas permanentes entre las bandas, esta guerra sin sentido se agudizó desde el pasado mes de agosto, cuando fue asesinado un familiar de Carmen Salas.
Amenazan a funcionarios. En la mañana de ayer, funcionarios de la Secretaría de Gestión Social de la Alcaldía que realizaban labores de perifoneo en el barrio El Ferry tuvieron que salir de la zona por amenazas y repentinos enfrentamientos entre pandilleros.
Juan Meza, caminante que promocionaba una Feria BiBa, contó que mientras rondaba por el sector “unos hombres se me acercaron y me dijeron que por favor no fuera a hacer tanto escándalo ni nada y que dejara la cosa quieta por hoy. Que iba a pasar algo. Le dijimos a la doctora Karen (Abudinen) que esto estaba revuelto y me dijo que fuéramos con cuidado y que saliéramos temprano del lugar. Luego escuché tres disparos”.
Distintos medios de comunicación tuvieron que aguardar ayer por más de 3 horas en la entrada a El Ferry, a la espera de un escuadrón de la Policía que los escoltara hasta la zona del conflicto, pues por recomendación de vecinos, de otra manera es posible entrar. Los moradores claman apoyo de las autoridades, al considerar que esa es “tierra de nadie”.
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